¿Alguna vez te has sentido feliz o frustrada por el número que aparece en tu pesa? Muchas personas creen que su progreso y su valor están determinados por ese número, pero la realidad es mucho más compleja.
El peso corporal es solo un indicador entre muchos. No refleja cuánta masa muscular o cuanta grasa tienes, tu nivel de hidratación, ni el equilibrio hormonal de tu cuerpo. Por ejemplo, una variación en el peso puede deberse a algo tan simple como la retención de líquidos, cuanto orinaste/defecaste o el momento del día en que te pesaste.
Además, concentrarte solo en el peso puede hacerte ignorar otros logros importantes:
- Aumentaste tu energía y te sientes más activa.
- Tu ropa te queda mejor.
- Tienes una mejor relación con la comida.
- Mejoraste tu digestión o tu calidad de sueño.
Enfocarse únicamente en el número de lo que marca la pesa, puede llevarte a la decepción e incluso a abandonar tus metas. La culpa de no «cumplir» con un número puede dejarte atrapada en un ciclo sin fin de dietas restrictivas y generar una enorme frustración. Pero ¿y si te dijera que tu bienestar no se mide solo en kilos? El verdadero progreso es mucho más profundo que el simple digito.
